ASESORAMIENTO INMOBILIARIO.
Su función principal es acompañar al cliente durante todo el proceso de la compra o venta de un inmueble a fin de evitar sorpresas desagradables que pudieran frustrar las expectativas de la operación de compraventa.
La decisión de adquirir un inmueble no debe reducirse a elegir su situación y a establecer límite en el precio, sino que, dependiendo de la tipología del inmueble deben analizarse más elementos que no siempre son conocidos.
Existen diferentes tipos de inmuebles como por ejemplo pisos, viviendas unifamiliares, naves industriales solares o fincas rústicas, sobre casa uno de ellos habrá que tener en consideración diferentes factores. A modo de ejemplo podemos destacar el saneamiento registral, que podemos definir como el conjunto de tramites orientados a regularizar e inscribir el derecho de propiedad en el registro de la propiedad.
Igualmente deben tenerse en cuenta otras cuestiones como la posibilidad de que el inmueble pueda estar gravado por algún tipo de deuda, como por ejemplo con la comunidad de propietarios, su situación ocupacional, la existencia de infracciones de carácter urbanístico o sus posibilidades de cambio de uso.
Por tanto, la labor de asesoramiento inmobiliario no reside tanto en la búsqueda de una propiedad concreta, si no en el análisis de otro tipo de factores, incluyendo la redacción de contratos que permitan el buen fin de la operación, incluyendo la el proceso de negociación que permita llevar a cabo el análisis de los factores anteriores.